martes, 18 de junio de 2013

Paradoja cuántica

La realidad no existe,
si nadie la ve.
Vivimos en un laboratorio experimental de física cuántica.
La realidad en distintos planos,
cada cuál vive la realidad de su plano, lo demás, lo que está en otro plano, no existe para él, no es real, es una ficción que le cuenta el telediario.
Como aquél que intenta solucionar un logaritmo buscándolo en el diccionario, no sabe qué está buscando, no puede solucionarlo.
Buscar al culpable de un problema, encontrar su significado, no es solucionarlo.
No se trata de mirar hacia arriba o abajo, ni de teorizar los posibles resultados,
el escalón que necesitas, el apoyo, seguro que está más cercano.
Saber dónde estás, tu plano de realidad, reconocer a los que viven en tu mismo plano, encontrar la cuerda dónde te puedes agarrar.
Incluso el plano de la soledad está plagado de seres aislados.
La paradoja cuántica es el agujero de gusano, por el que a veces podemos colarnos.

¿Antes de que descubrieran el Everest, cuál era el pico más alto?? R. abajo

 

Pero, a veces, no basta con abrirlos para ver lo que tienes delante.

R: el Everest

jueves, 4 de abril de 2013

Blanco sobre blanco

Me desperté de repente y ví que la puerta de la calle estaba abierta.

Me levanté... y me dí cuenta de que me faltaba una zapatilla, no sabía si darme la vuelta a buscarla o avanzar así, de cualquier manera.

Me asomé un poquito, para poder decidir, pero sólo veía luz y escuchaba unas voces al fondo, pero no las entendía.

Dicen que la curiosidad mató al gato, pero mi gato blanco volvió corriendo, no sé cómo había salido, ni cuándo, ni si volvía porque se había asustado o porque me estaba buscando.

Seguia sin aparecer mi zapatilla, así que decidí quitarme la que tenía puesta...o todo o nada y seguí mi instinto gatuno:

cuando traspasé el umbral vi sorprendida que no había nada más que un gran espacio en blanco, cerré un momento los ojos y al abrirlos comenzaron a salir estanterías repletas de cosas, objetos, imágenes, sucesos, a ambos lados, como si estuviera en Matrix, pero no tenia un rayo congelador o lo que sea que necesitase para poder detener todo aquello.
Y de la misma manera que apareció...desapareció.

Así que me quedé con las manos vacías.. mirándolas, como  si fueran las culpables de no haberse alargado para elegir algo, lo que fuera.

De nuevo un espacio en blanco...y voces al fondo que comprendí que no podría alcanzar, así que retomé mis pasos.

En la puerta me esperaban el gato... y la zapatilla.

Me dí media vuelta y seguí durmiendo...




Un espacio en blanco, donde todo es posible si puedes materializarlo, si lo tienes claro.




viernes, 15 de marzo de 2013

Utopia??

Me gustaría poder cantarte una canción al oido (desafinando) y con ella transportarte al mejor momento de tu vida; para que se dibujara una sonrisa sincera en tus labios.
Me gustaría poder contarte un cuento con el que tu sueño fuera reparador y reconfortante, como el de un niño.
Me gustaria tener una goma de borrar mágica, que borrara todo lo que hace sombras en tu cerebro, para dejarlo limpio y claro, como recién estrenado.
Me gustaría sentir que cada día es diferente, sólo por comprender que basta con que sea otro día.
Me gustaría que pudieramos abrir los ojos y no sentir remordimientos ni pedir disculpas.
Me gustaría irme a la cama sin nada pendiente; porque no sé que pasará mañana.
Me gustaría desenredar el lio del ovillo de lana en que se convierte la vida de un tirón, encontrar los cabos sueltos, atarlos y dárselo al gato para que juegue con él, porque ya no hace falta ovillo del que tirar.
Me gustaría  cambiar de conjugación, del condicional al presente:
Y además, me gustaria, ...
no...quiero cambiar de verbo y poder decir: esto es lo que quiero cada día.














viernes, 11 de enero de 2013

Soltar lastre

Sin tener razón consigues avanzar, arrastando tras de ti todas tus razones.
Arrastras lastres que piensas que te unen a la tierra que pisas, pero te engañas.
Los lastres sólo sirven para no dejarte volar más alto.
Pero ¿cómo decidir que lastre dejar en tierra?
¿Cómo medir el valor de lo que arrastras como un tesoro?
Un lastre es algo que siempre puedes volver a recuperar, un saco de tierra.
Un lastre es algo a lo que estás atado, por lo tanto, o no vale o no te separarás de ello aunque lo lances al vacío.
Rebotará y volverá a tí porque forma parte de tu esencia, de tu ser, eso no es un lastre.
Otro lastre son tus temores, mejor soltarlos y que caigan donde quieran.
Aún te quedarán lastres que tirar, el camino irá decidiendo los que quedan atrás.
Somos como globos, con un lastre atado al pie que nos hace tomar tierra, ese no hay que soltarle, es la realidad.
Los demás nos atan tanto a la tierra que nos hartamos de ella y acabamos enterrados en vida.
Hay que soltar lastre para avanzar,
Pero tampoco te engañes pensando que soltando tus lastres volarás hasta el infinito y más allá.
Sólo hay que saber valorar, la dificil decisión de qué es lo que te sobra para avanzar.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Barriendo el desierto

Dándole vueltas a nada, como perro persiguiéndose el rabo.
Sentirse agotado de buscar y no encontrar, sentirse agotado de no tener claro qué se está buscando.
Cada día es volver a empezar de cero, pisar sobre el rastro borrado, barrer en el desierto.
Cansar al cuerpo y al cerebro para dormir, despertar y volver a comenzar.
Es como huir sin rumbo, no saber que camino elegir, por dónde continuar
y aún así, no encontrar el momento de parar, de reflexionar.
Llevar una actividad frenética que agota y que no lleva a ninguna parte, sólo cansa.
Llevarse voluntariamente a la extenuación, para acabar arrastrados, pensando que damos todo y sin saber qué es lo que damos (o quitamos).
Como animales obcecados...sólo nos falta el bocado...y no digo más.

Antes de arrancar, de continuar tu agotadora rutina., piensa...¿sabes dónde estás y hacia dónde crees que estás andando?

sábado, 15 de septiembre de 2012

A veces...es todo

A veces tu mirada es un escaner que sondea mi mundo.
A veces vivo en un lugar donde sólo caben las sonrisas.
Donde el enfado dura lo que tarda en ablandarse el corazón con una tierna mirada.
A veces, el mundo es tan reducido que no existe más que lo que tienes al lado.
 A veces la felicidad es corta de miras y no necesita más que un instante.
A veces, una mirada es la realidad y el camino abierto del futuro.
A veces, necesitas esas veces en que un minuto es eterno y no quieres que se acabe.
A veces te conviertes en un satélite que no busca más que ese instante.
A veces, te das cuenta que vives gracias a esa mirada, a esa sonrisa, a ese escueto momento que te da la vida.
A veces, somos conscientes de que nuestra vida está labrada por pequeños momentos únicos.
A veces somos lo que somos sin armadura, sin máscara, sin disfraz.
A veces, sentimos que tenemos todo lo que queremos, a pesar de las carencias materiales.
A veces nos damos cuenta que no merece la pena irse enfadado a la cama, porque puede que no haya otro momento en el que arrepentirse y reconciliarse.

A veces nos damos cuenta de que seguir viviendo es cuestión de un instante...


Tu vida puede cambiar por un soplo de aire...no desaproveches este instante

viernes, 24 de agosto de 2012

Inestabilidad

La tierra tiembla y hace que se desestabilice nuestro paso.
O tal vez seamos nosotros los que temblamos y proyectamos nuestro temblor hacia afuera.
Pasamos de ser sospechosos de vivir, de avanzar, a sospechar, a dudar de los demás si no siguen nuestros pasos, (o eso es lo que pensamos).
La inestabilidad hace que se perturbe nuestro centro de gravedad.
Cuando uno confía en sí mismo y en quienes lo rodean, puede ponerse al mundo por montera.
Pero cuando aparece la duda, se asoma la desconfianza como un mal bicho que puede comerte por dentro.
No se trata de depositar una confianza ciega en nadie, ni tan siquiera en el futuro ni en el mundo.
Pero tampoco puedes avanzar a ciegas, ni dudando a cada paso dónde poner el pie.
Todos somos sospechosos, cualquiera puede cometer un error, o muchos, pero no podemos convertirnos en policias de nosotros mismos, de nuestros amigos.
Encontrar el propio punto de gravedad y mantenerlo estable es un reto, pero sólo el que no confía en sí mismo desconfía de los demás, eso, o se cree tan superior que nadie más que él conoce el camino adecuado para llegar a la verdad.
Pedir paciencia es ciertas situaciones sólo es una buena intención.
Es difícil situarse en el punto medio, ser neutral, pero sino,  ¿que opción escogerás?

jueves, 2 de agosto de 2012

Puertas cerradas

Buscando refugio en cualquier parte.
Huyendo de la lluvia, de la tormenta, de las palabras, de las ideas, de la violencia, del frio y el hambre.
Corriendo hacia ninguna parte, sólo buscando un techo bajo el que refugiarse.
No hay como sentirse protegido, resguardado, a salvo.
Como cuando en la cama, frente a los miedos nocturnos, nos tapamos la cabeza, como si así construyéramos un muro infranqueable donde nada puede pasarnos...así de frágiles y sencillas son a veces las necesidades.
Sentirnos arropados...eso buscamos.
Quien no encuentra esa sábana que le cubra la cabeza no puede tirar de la manta, porque eso es destaparse, descubrirse, quedarse sin resguardo, ponerse una diana.
Te imaginas huir sin destino, llamando a todas las puertas pidiendo asilo?
En los tiempos que corren, donde cualquiera parece ser una amenaza, cuando tantas veces está dentro de casa...
¿Quién se atreve a ofrecer refugio?
¿Quién no duda de quien llama a la puerta?
Sólo quien no tiene nada se puede permitir ese lujo.
Sólo quien no vive en esta sociedad incivilizada.
Ellos tienen sus puertas abiertas, también los países con necesidad de marketing, tu familia y tus amigos...
Aunque a veces, para quién necesita refugio, el plural es una expresión exagerada.

martes, 17 de julio de 2012

Mente en blanco

La mente en blanco...parálisis neuronal.
Buscas y no hay nada...eco...
Quedarse en blanco, no encontrar una respuesta (la que sea), no encontrar las llaves de casa...todo lo que se queda en la punta de la lengua (como si allí estuviera localizada la neurona archivera).
Porque una cosa es decidir no hacer ni decir nada, dar un voto en blanco y otra es querer y no poder reaccionar.
Sentir esa tensión en el cuerpo, ese bloqueo, que te impide hablar, pensar, casi hasta respirar.
Esos ataques de amnesia repentinos en el momento más inoportuno.
Como si tuviéramos una tara genética, un cerebro en periodo de prueba.
Y cuando pasa la tensión, la situación...llegan todas las respuestas, todos los datos.
Tu secretario cerebral se ha despertado y te pone el informe en las manos.
Tarde...ya nada puede arreglarlo, o si, pero tarde y eso dice algo de tí que no es cierto y te repatea el estómago y los sesos.
Dicen que más vale tarde que nunca, pero, algunas veces, tarde es sinónimo de nunca.





lunes, 9 de julio de 2012

Esperanzas pagadas

Los dichos dicen muchas cosas...casi pueden predecir el futuro:
dicen que no hay 2 sin 3, que las desgracias nunca vienen solas, que después de la tempestad viene la calma...
Pero no podemos creernos todo lo que nos dicen, la sabiduría popular no siempre acierta...podemos ser la excepción que confirma la regla.
Cuando viene mal dadas empezamos a creer en los dichos, refranes, adivinos, echadores de cartas...
Buscando la esperanza en quien nos la quiera vender, y, por cierto, no es barata.
Cuando vuelven los tiempos oscuros regresan los agoreros y los vendedores de esperanzas.
Y si ya no creemos en nada, damos la espalda a una realidad ingrata, traidora, a un camino de puertas cerradas.
Entonces cerramos los ojos y volvemos a poner nuestro futuro en manos de desconocidos, que sólo nos dicen lo que necesitamos oir, pero no nos lo regalan.
Nos regalan los oidos con bonitas palabras, para que podamos vivir el sueño de que la realidad es falsa, de que sólo hay que esperar para que de repente se abra la puerta...y salga el genio de la lámpara mágica.
Esperar es depender...dejar tu vida en pausa y no hay nada ni nadie que pueda hacerte recuperar el tiempo en el que no haces nada.


domingo, 24 de junio de 2012

Etiquetados

Hay veces en que las apariencias engañan, en realidad muchas veces.
Vivimos obcecados en nuestro concepto de la realidad y de cómo son los demás.
Con un aparato de etiquetar en la mano, según vemos entrar a alguien ya le estamos dando a la ruleta de etiquetado.
Parece que así es más fácil y no nos damos cuenta de que con nuestra etiqueta estamos estigmatizando.
Convertimos a alguien en lo que probablemente no es con nuestros prejuicios y regamos con nuestra opinión todo lo que está a nuestro alcance.
Somos así, queremos hacer que los demás compartan nuestra opinión, haciendo que vean a través de nuestros ojos la etiqueta que ya hemos colgado.
Pero dar marcha atrás es tan difícil, reconocer que nos hemos equivocado, dar la oportunidad que a priori hemos negado,... que a veces es un paso que no damos.
Hay gente con la que conectas por química, somos así, pero cuando no queremos intentar que haya contacto sólo por el aspecto o por lo que en un momento dado nos parece ver en el otro...nos convertimos en jueces y censores de los demás, un título que nadie nos ha otorgado.
Hay errores que pueden pagarse muy caros,
Algún día, en alguna circunstancia, fuera de nuestro entorno, estaremos al otro lado, la vida es así, entonces seremos nosotros los etiquetados, los prejuzgados, los expulsados, sólo por ser extraños.

jueves, 14 de junio de 2012

Tesoros

Una caja donde guardar tus más preciados bienes.
Un reloj para atrapar el tiempo.
Un anillo para controlarlo todo.
Acabar siendo Gollum
Las posesiones no son eternas como no lo somos nosotros.
Hay quién no se da cuenta.
Compramos por comprar, por tener...¿variedad?
Como si padeciéramos un extraño síndrome de Diógenes
Intentamos atesorar algo para un tiempo futuro que no sabemos si llegará.
Hay quién vive para ayer, para mañana, pocos para hoy.
No se trata de ser conformista, siempre hay que aspirar a más, de lo que sea.
Cada uno vive su vida según sus principios y convicciones, o según marcan los cánones de la vida correcta.
Pero yo no me creo lo de la vida perfecta, no creo en esperar la compensación futura, en atesorar posesiones para el día de mañana.
Hoy es el futuro y valgo lo que llevo puesto... y que cada uno lo interprete como quiera.


pero en el fondo, que quedaría sin nosotros???

domingo, 3 de junio de 2012

El circo

Paseamos por la cuerda floja de la vida como si fuéramos inmortales, como si nada pudiera alterar la seguridad de cada paso que damos, de nuestra ingenuidad supina.
La vida es un circo y nosotros los trapecistas, malabaristas, payasos, domadores de fieras e incluso fieras, que a veces llegan a mordernos; tocamos todos los palos.
Ya que somos parte del circo mundial hagámoslo con clase, nos tenemos que especializar.
Tratamos de darle seriedad al asunto, pero lo único que conseguimos es que nos salgan arrugas, somos el payaso enfadado, el payaso triste o, en el peor de los casos, el payaso diabólico de Stephen King.
No necesitamos ir disfrazados para representar nuestro papel.
No sé si será que los payasos de la tele hicieron mella en toda una generación, pero el caso es que así andamos.
Pasando de no tomarnos nada en serio a pensar que todo tiene que ser una broma.
Yo siempre he sentido inquietud frente al retrato de un payaso...no sé que se esconde tras el maquillaje y no me gusta no poder ver la cara de la gente.
Tal vez sea esto un cambio de era y estamos pasando a el resurgir del circo.
Cuando vives en un circo poco importa ya tu aspecto, se supone que lo importante es lo que quieres provocar en los demás...tal vez eso sea lo inquietante.



miércoles, 23 de mayo de 2012

Puntos de vista

¿Discutimos sobre puntos de vista diferentes para comprender al otro o simplemente para tratar de convencerle y que nos de la razón?
2 puntos de vista distintos no tienen punto de intersección, son líneas paralelas (en el mejor de los casos), tal vez puedan acercarse en algún momento debido a la curvatura del espacio-tiempo, pero nunca compartirán el mismo plano.
Entre personas civilizadas, digamos mejor, con la cabeza bien amueblada, un punto de desacuerdo no debe ser el fin de una relación cordial.
Si no estamos de acuerdo no vamos a convercernos el uno al otro, lo que no significa no llegar a un punto intermedio o, simplemente, desviar el tema hasta que en algo estemos por fin de acuerdo.
Hay que hablar para aprender.
Hay que aprender a escuchar para aprender más.
Tus argumentos enriquecen y fortalecen mi punto de vista contrario, al obligarme a argumentarlo, a posicionarme, a sentar las bases de mi alegato, de mi convicción.
Pero debo reconocer que, frente a lo sano que es discutir y respetar el punto de vista de cada uno, a veces, es divertido llevar la contraria, situarse al otro lado, desconcertar a los demás, incluso sorprenderse a uno mismo con lo que sabemos del punto de vista contrario.
No hay que confundir ideas con personas...aunque, bueno, siempre hay excepciones

viernes, 4 de mayo de 2012

A través del espejo

A través del espejo la realidad queda al otro lado.
Debería ser una obviedad, pero no lo es.
Al otro lado del espejo todo está desordenado, no encuentras la coherencia, igual que a este lado.
"Sigue avanzando, pero recuerda quién eres" - me gritan voces desde este lado.
Sé que al otro lado no está el país de las maravillas, pero como ya sé lo que hay en este lado...
Salto al otro lado, cojo un lápiz y un papel  y, no sé cómo, empiezo a escribir al revés, al principio me parece divertido, pero me doy cuenta de que no sólo escribo al revés, también se traduce mi lenguaje a extrañas palabras que no consigo comprender.
Escribí: "Estoy aquí para tratar de entender otra realidad"
Pero el papel me respondió: "Vine aquí y los cenofobios no dejaban de salir"
Al principio me desconcertó...después, también.
No sé si el papel trataba de decirme algo, o era yo quién que trataba de decírmelo.
Miré a mi alrededor y mi salón del otro lado se convirtió en una pradera según avanzaba.
Desde luego, mucho más amplia que mis macetas.
Allí me encontré con el Señor Gris, que me dijo: "Si sigues avanzando no podrás salir"
Me ofreció una pastilla azul, pensé que era Viagra y le dije que no; entonces me ofreció un bombón...le miré desconfiada y se transformó en un smile gigante, sonreí, cogí el bombón y me lo comí.
Y aquí estoy, mirando al espejo...y una sonrisa se dibuja en mis labios...




Continuará..... o no?
Alguien me ofrece otro bombón?

viernes, 20 de abril de 2012

El muro

Cuando los horizontes se acortan y no ves más que lo que tienes delante.
Cuando tus redes no pescan nada en un mar de posibilidades.
Cuando hasta el viento fresco sientes que te ahoga.
Sigues siendo tú escondido en tus adentros.
A veces duele asomar la cabeza, porque supone romper con el confort de tus paredes interiores.
Duele ver  la pared que tienes enfrente, duele saber que eres tú o ella.
Duele abandonar el cálido refugio de la rutina indolente.
Cuando todo duele en el alma, no puedes escapar, no debes huir hacia ninguna parte.
Tú eres lo que tienes, al desnudo, traicionarte a tí mismo a cambio de un vestido es convertir tu vida en una tragicomedia de lo que pudiera haber sido.
No te engañes, una tapia se puede saltar, pero un muro te bloquea el paso.
Mirar y descubrir que hay vida detrás del muro, aunque sólo sea porque tienes el muro desde otro lado, ya es un cambio.
Las opciones existen, sólo tienes que darte la vuelta, dar la espalda al muro y descubrir que todo está en tus manos, seguir mirando el muro o caminar y escuchar como caen los ladrillos a cada paso.
Aunque te creas sól@ siempre encontrarás compañeros en el camino, cuando lo haces avanzando.





miércoles, 11 de abril de 2012

Peces muertos

Estoy aquí y ahora.
Más tarde no sé si estaré.
La vida es así, tiene esas malditas sorpresas.
No sé si es mejor conocer o desconocer el destino.
Dicen que nos diferenciamos de los animales, principalmente, en que nosotros sabemos que somos mortales.
También dicen que Dios decide nuestro destino y cuando llega nuestro fin, salvo en los suicidios, por eso son (o eran) excomulgados, porque se creían dioses al decidir su destino.
Las iglesias encumbran sin quererlo a un simple asesino en dios, en rector de destinos.
Que te excomulgen de una religión no quiere decir que tu alma esté condenada, sino que no encontrarás el perdón bajo sus alas.
Pasamos de lo terreno a lo divino con tal facilidad que empiezo a pensar que tal vez lo divino sea vivir y decidir y lo terreno dejarte llevar.
Decidir nuestro destino, a veces, es un acto de heroicidad.
Tal vez sólo nos quedamos en semidioses tras el pecado original.




jueves, 29 de marzo de 2012

Zombies

Salen los muertos de sus tumbas y casi no nos sorprendemos.
De alguna manera lo hemos elegido, no haciendo nada por evitarlo.
Vuelvo a escuchar frases hechas, ya perdidas en el recuerdo, que son de nuevo actualidad.
Todo parece una broma, pienso que somos como el ratón que da vueltas en el interior de su rueda para volver eternamente al mismo punto.
Desde mi cuerpo de ratón veo como los zombies recuperan su cuerpo, su apariencia humana.
Los zombies son el pasado resucitado.
Pero huelen mal, es lo que tiene ser ratón, hueles las cosas de las que debes huir.
No puedo evitar lo que me rodea, sólo puedo intentar que no me muerdan para convertirme en uno de ellos.
Todos simulamos la normalidad, como que todo sigue su curso natural , ellos y nosotros, zombies y ratones humanos.
Tenemos memoria de pez; nos dura lo que tardamos en dar la vuelta a la pecera, borrón y cuenta nueva.
¿Será que me está sentando mal tanto dar vueltas a la misma rueda?

lunes, 26 de marzo de 2012

Rosas y malvas

Todas las rosas se acaban marchitando, hagamos lo que hagamos, acabarán, como mucho, siendo una sombra de lo que fueron.
Aún sabiéndolo, nos seguimos traicionando.
Vendemos nuestra alma al diablo con tal de vender la imagen adecuada.
Nos vendemos como producto, haciendo marketing con nosotros mismos.
Pero nada es eterno.
Es difícil mantener el equilibrio en este mundo, dónde tenemos que vender un bonito alicatado externo.
Hay que cultivar una imagen, un cuerpo y vencer la pasarela de la mirada ajena.
Pero, ¿dónde quedamos ante tanto espectáculo?
¿Dónde quedaremos cuando el inefable paso del tiempo haga estragos en nuestro aspecto?
Lo que ves en mí poco a poco se apagará.
Nos ponemos ante el espejo y cada uno ve lo que quiere ver, nuestra mirada es subjetiva, igual que la de quien nos ve.
Frente al espejo estás tú mismo esquivando tu mirada, porque si te miras a los ojos no ves más que unos ojos mirándose a sí mismos.
Nos miramos en los escapates y vemos nuestro reflejo en otros, tratando de disimular por si somos observados.
Estamos impregnados de prejuicios, es más fácil ser objetivo con los demás que con uno mismo.
¿Valemos más de lo que nuestra imagen dice de nosotros mismos?
¿Merece la pena reducir lo que somos a la imagen que representamos?
Y si es verdad que las apariencias engañan, ¿para qué tanto teatro?
Todo se acaba, tarde o temprano, ¿ que rastro quieres dejar tras de tí?
Al final, aunque seamos rosas todos acabaremos... criando malvas.



lunes, 12 de marzo de 2012

Pan y circo

Conocer el mundo sin movernos del sofá.
Nuestra ventana al mundo es la televisión, el ordenador, el móvil con wasap.
Vivimos en una realidad virtual.
Las imágenes van pasando ante nuestros ojos: paraísos lejanos, lugares en conflicto, historia y actualidad.
Sólo tenemos que apretar un botón para sumergirnos en otra realidad, ajena, lejana, virtual, neutral, donde nada nos puede salpicar.
Lo que nos muestran es la verdad, lo que interesa, el hot topic de la actualidad.
Como con los grandes éxitos musicales tratan de vendernos la cara A.
Nos mantenemos entretenidos, saturados de programación, de información, de banalidad, de mentiras, de discursos, hartos de realidad.
El sofá es el centro de información mundial.
Fuera vivimos en micromundos, sin alejarnos mucho de lo conocido, de lo cercano, tratamos de que nada perturbe nuestra normalidad, nuestra moralidad, nuestra rutina.
Vivimos en peceras dentro del mar.
Nos conformamos con lo que nos dan: pan y circo, cuando en realidad, como ya dijo Def con 2 en su día,lo que hay es poco pan y pésimo circo.

domingo, 26 de febrero de 2012

Ceguera

¿Cómo ve el mundo alguien que no ve?
El amor es ciego, la moral, la ley y la estupidez, eso es lo que dicen y debemos creer.
Todos somos un poco ciegos, sólo vemos lo que queremos ver.
Cierro los ojos y empiezo a verlo todo claro.
Fuera hay demasiados estímulos que confunden los sentidos.
Miro y cierro los ojos, para ser capaz no sólo ver, sino de sentir lo que pasa a mi lado.
Pero también tenemos ciegos el resto de los sentidos, están anestesiados.
Somos ciegos voluntarios, es más fácil para mantener nuestra integridad.
Vivimos en una burbuja, inmunes a la realidad.
Somos demasiado sensibles a la verdad.
No queremos aceptarla, sentirla, hasta que nos aplasta y no tenemos excusa para engañarnos con otra mentira, que sólo retrasará lo que tiene que pasar.
Dicen que en un mundo de ciegos el tuerto es el rey, pero sólo nos dará su interpretación de la realidad, somos muy fáciles de manipular.
Nos conformamos con poco, con menos, con no mirar, con no pensar.
Ojos que no ven, corazón que no siente...el camino hacia la pusilanimidad?

lunes, 20 de febrero de 2012

Memoria replicante

Aprendemos sin querer, a veces a la fuerza, cosas que al instante olvidamos.
Aprendemos de quien nos enseña y de quien nos reprende.
Aprendemos de quien quiere confundirnos, de quien quiere que no sepamos.
Aprendemos sin que se den cuenta.
Todo entra en nuestro cerebro, en nuestra memoria siempre algo queda.
No sólo lo que nos interesa.
Tenemos guardados datos que ni siquiera nosotros sabíamos que estaban ahí, hasta que tenemos la necesidad de sacarlos.
También es verdad que la memoria a veces nos traiciona, se convierte en replicante, y de la misma manera que nos salen de la boca cosas que casi no sabíamos que pudiéramos pronunciar, otras veces se cierra en banda y no nos deja encontrar lo que necesitamos argumentar.
Aprendemos de lo que escuchamos, de lo que vemos.
Somos capaces de entrelazar datos, opiniones y sarcasmos.
Somos capaces de sacar nuestras propias conclusiones.
No sabemos adonde nos llevan, pero también aprendemos de la impotencia de no saber que hacer con ellas.
Aprendemos, sin que quieran, lo que queremos.
Podemos aprender a ser replicantes pero no queremos.
Los conceptos que nos transmiten acaban pasando por nuestra batidora.
Mezclados con la realidad se convierten en otra cosa.
Tenemos memoria del presente y del pasado.
Pero todo eso hay que moverlo, transformarlo o acabaremos siendo diccionarios humanos o lo que quieran que nos acabemos convirtiendo.
Somos capaces de aprender no sólo de lo que dicen, sino de lo que están haciendo.
¿Aprenderemos alguna vez a cambiar algo con todo lo que sabemos?

domingo, 12 de febrero de 2012

Ganas de no sé qué

Tantas ganas de no sé que, que ya no sabes de qué tienes ganas.
Hay días que sientes desazón sin saber por qué, hay días que te levantas raro...te falta algo, quieres algo y no consigues saber qué.
La rutina diaria hace que tu mente piense en otras cosas, pero sigues estando raro, un día de esos...
Días que tratan de decirnos algo, de repente no sabemos qué...es probable que no queramos saberlo.
Abrimos puertas y cerramos cajones, esperando que de repente aparezca lo que no sabemos que buscamos.
Esperamos que haya un cartel luminoso tras la puerta del armario.
Tal vez necesitamos algo, algo distinto, pero buscamos en los lugares comunes, dónde no podemos encontrarlo.
Es tan difícil hacer un reconocimiento interno, que la mayoría nos conformamos con un análisis de sangre que nos diga que nuestro nivel de colesterol es el adecuado.
Nos conformamos, pero en el fondo sabemos que tenemos un bicho dentro que algún día nos reclamará la atención que le debemos.

Pero, ¿nos atreveremos?

martes, 7 de febrero de 2012

Miedo al miedo

Miedo a lo que sientes cuando sientes miedo, no lo puedes controlar.
Tienes miedo y ya está.
Miedo a las decisiones, miedo a que descubran tu miedo, miedo a la gente, a lo presente, a lo real y a lo irreal.
Miedo a que todo se acabe o a que vuelva a empezar.
Miedo a la inestabilidad.
Miedo a tener miedo.
Miedo a los fantasmas, a los que están y a los que imaginas que volverán.
Miedo a enfrentarte a la realidad, miedo a decir la verdad.
Miedo a reconocer tus temores.
Miedo a lo cercano, a lo lejano, a lo que tememos que pueda pasar.
El miedo te bloquea, pero a veces te empuja, te lleva a realizar cosas que antes no podías ni pensar que fueras capaz.
Dicen que el miedo es bueno, un mecanismo de defensa del cuerpo, que nos mantiene alerta por lo que pueda pasar.
Pero la verdad es que vivimos controlados por el miedo.
¿Si hay miedo no hay libertad?

sábado, 28 de enero de 2012

Presentes almacenados

Tanto mirar para dentro que me despierto entre montañas de recuerdos.
Los cajones antes ordenados ahora son una mezcla de sueños y deseos.
Tendré que sacar la cabeza, dejar de escarbar y ver por dónde me llego.
Saco la cabeza fuera -"qué rico viento"-, pero me mueve más los papeles, ahora se mezcla lo que llevo y lo que debo.
Debo tanto que no merece la pena hechar un vistazo.
Mejor me regodeo en el haber, en lo que llevo, que al final es lo que queda.
Cuántas cosas a medias, en receso, cuántas cosas que van pasando al debo.
Lo importante es que todo lo recuerdo, está bien guardado, en la caja fuerte de mi cerebro.
Qué bueno de vez en cuando echar un vistazo y darte cuenta de todo lo que has hecho, de todo lo bueno que queda en el recuerdo.
Los buenos tiempos no han pasando, existieron y siguen haciéndolo.
El futuro siempre depara algo bueno., pero no lo vemos hasta que no ha pasado.
Curiosa paradoja: el pasado actual...el segundo que acaba de pasar.
¿Cuánto dura un momento?

Este instante pasado ya se ha convertido en recuerdo
¿Realmente existe el presente o es sólo una forma verbal?