miércoles, 11 de abril de 2012

Peces muertos

Estoy aquí y ahora.
Más tarde no sé si estaré.
La vida es así, tiene esas malditas sorpresas.
No sé si es mejor conocer o desconocer el destino.
Dicen que nos diferenciamos de los animales, principalmente, en que nosotros sabemos que somos mortales.
También dicen que Dios decide nuestro destino y cuando llega nuestro fin, salvo en los suicidios, por eso son (o eran) excomulgados, porque se creían dioses al decidir su destino.
Las iglesias encumbran sin quererlo a un simple asesino en dios, en rector de destinos.
Que te excomulgen de una religión no quiere decir que tu alma esté condenada, sino que no encontrarás el perdón bajo sus alas.
Pasamos de lo terreno a lo divino con tal facilidad que empiezo a pensar que tal vez lo divino sea vivir y decidir y lo terreno dejarte llevar.
Decidir nuestro destino, a veces, es un acto de heroicidad.
Tal vez sólo nos quedamos en semidioses tras el pecado original.




1 comentario:

  1. Todo esto en el supuesto de q tengamos un alma, la inteligencia artificial desenchufada, ni es inteligencia ni es artificial, igual solo somos maquinas.
    me ha encantado.
    PD: al intentar publicar me hace escribir una palabra y dice, "demuestra q no eres un robot" es que,... quizas lo sea.

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