jueves, 29 de marzo de 2012

Zombies

Salen los muertos de sus tumbas y casi no nos sorprendemos.
De alguna manera lo hemos elegido, no haciendo nada por evitarlo.
Vuelvo a escuchar frases hechas, ya perdidas en el recuerdo, que son de nuevo actualidad.
Todo parece una broma, pienso que somos como el ratón que da vueltas en el interior de su rueda para volver eternamente al mismo punto.
Desde mi cuerpo de ratón veo como los zombies recuperan su cuerpo, su apariencia humana.
Los zombies son el pasado resucitado.
Pero huelen mal, es lo que tiene ser ratón, hueles las cosas de las que debes huir.
No puedo evitar lo que me rodea, sólo puedo intentar que no me muerdan para convertirme en uno de ellos.
Todos simulamos la normalidad, como que todo sigue su curso natural , ellos y nosotros, zombies y ratones humanos.
Tenemos memoria de pez; nos dura lo que tardamos en dar la vuelta a la pecera, borrón y cuenta nueva.
¿Será que me está sentando mal tanto dar vueltas a la misma rueda?

lunes, 26 de marzo de 2012

Rosas y malvas

Todas las rosas se acaban marchitando, hagamos lo que hagamos, acabarán, como mucho, siendo una sombra de lo que fueron.
Aún sabiéndolo, nos seguimos traicionando.
Vendemos nuestra alma al diablo con tal de vender la imagen adecuada.
Nos vendemos como producto, haciendo marketing con nosotros mismos.
Pero nada es eterno.
Es difícil mantener el equilibrio en este mundo, dónde tenemos que vender un bonito alicatado externo.
Hay que cultivar una imagen, un cuerpo y vencer la pasarela de la mirada ajena.
Pero, ¿dónde quedamos ante tanto espectáculo?
¿Dónde quedaremos cuando el inefable paso del tiempo haga estragos en nuestro aspecto?
Lo que ves en mí poco a poco se apagará.
Nos ponemos ante el espejo y cada uno ve lo que quiere ver, nuestra mirada es subjetiva, igual que la de quien nos ve.
Frente al espejo estás tú mismo esquivando tu mirada, porque si te miras a los ojos no ves más que unos ojos mirándose a sí mismos.
Nos miramos en los escapates y vemos nuestro reflejo en otros, tratando de disimular por si somos observados.
Estamos impregnados de prejuicios, es más fácil ser objetivo con los demás que con uno mismo.
¿Valemos más de lo que nuestra imagen dice de nosotros mismos?
¿Merece la pena reducir lo que somos a la imagen que representamos?
Y si es verdad que las apariencias engañan, ¿para qué tanto teatro?
Todo se acaba, tarde o temprano, ¿ que rastro quieres dejar tras de tí?
Al final, aunque seamos rosas todos acabaremos... criando malvas.



lunes, 12 de marzo de 2012

Pan y circo

Conocer el mundo sin movernos del sofá.
Nuestra ventana al mundo es la televisión, el ordenador, el móvil con wasap.
Vivimos en una realidad virtual.
Las imágenes van pasando ante nuestros ojos: paraísos lejanos, lugares en conflicto, historia y actualidad.
Sólo tenemos que apretar un botón para sumergirnos en otra realidad, ajena, lejana, virtual, neutral, donde nada nos puede salpicar.
Lo que nos muestran es la verdad, lo que interesa, el hot topic de la actualidad.
Como con los grandes éxitos musicales tratan de vendernos la cara A.
Nos mantenemos entretenidos, saturados de programación, de información, de banalidad, de mentiras, de discursos, hartos de realidad.
El sofá es el centro de información mundial.
Fuera vivimos en micromundos, sin alejarnos mucho de lo conocido, de lo cercano, tratamos de que nada perturbe nuestra normalidad, nuestra moralidad, nuestra rutina.
Vivimos en peceras dentro del mar.
Nos conformamos con lo que nos dan: pan y circo, cuando en realidad, como ya dijo Def con 2 en su día,lo que hay es poco pan y pésimo circo.