domingo, 1 de enero de 2012

¡Habla!

El silencio multiplica la ausencia de ruido.
El silencio multiplica lo que no me respondes, convirtiéndolo en una eternidad.
El silencio amplifica el miedo.
¿Te imaginas un concierto sin sonido?
Un silencio profundo nos pone nerviosos.
Tememos escuchar nuestros pensamientos, tememos la mirada del otro en silencio.
Tengo miedo a los silencios porque sólo responden a mis temores.
No hablas por no contradecirme, pero tu silencio
altera mi estado y me lleva a la inseguridad.
Entonces tengo miedo de tí, de mí y del entorno. No sé quién me atacará, en qué momento, no se si espero en vano.
El que calla otorga, pero también, el que calla espera el momento de la venganza, de la vuelta de la acción.
No quiero callarme porque temo mi silencio, si no hablo, si no me expreso, mi cerebro sigue cavilando y convierte la carne en pescado.
Si guardo silencio tengo dudas que me llevan al miedo. 
Lo que digas después de tu silencio puede cambiar mi vida, la tuya, el mundo entero.

6 comentarios:

  1. Nada pasaba por aquí para romper un poco el silencio...

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  2. Creo que a veces los silencios dicen más de lo que estamos dispuestos a escuchar y/o decir. Por eso los tememos tanto...

    Bonito blog.

    Un saludo.

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  3. chssssssst... silencio, ir a comentar a otra parte

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  4. El que no se expresa está un poco muerto...hay que resucitar y expresarse un poco, mucho o mejor todo..o casi todo.
    Gracias por vuestros post

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    Respuestas
    1. Pues eso.

      Además de lo que decían , que sin EXPRESIÓN NO HAY SER .

      Y no sólo tu cerebro convierte la carne en pescado , tu silencio llena el del otro de ruidos .

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  5. Pues sí

    Además de lo de que sin EXPRESION NO HAY SER

    Y que tu silencio , llena de ruidos al otro

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